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domingo, 21 de abril de 2013

Lectura; Cuento:Dale un giro a tu vida en monociclo. Autor: Jaqueline García C.


Doña Rosa y Doña Alicia eran dos amigas que acostumbraban a sentarse en la plaza de su pueblo cada tarde a tomar el sol, que de entre las cumbres resplandecía  y a comentar la vida de toda víctima que a esa hora debía transitar por allí, sus tejidos y chismorreos eran su rutina casi apacible, para ellas, mas no era igual para los vecinos de Teñón, que solían avanzar en un mar de incomodidad, más de alguno se detuvo y las invitó a observar la belleza de  las cumbres, que permanecían nevadas, dando origen a claros ríos que bañaban el lugar originando más vida, pero ellas no cambiaban su manera particular de ocupar su tiempo. Otros las convidaban cuando todos en Teñón se iban a cosechar, lo que sembraban cada mañana acompañados del rocío, con el uso de arados que diseñaban de madera del roble .         Rosa era de mediana estatura, rechoncha y de mejillas rosadas, que se encendían como focos cuando algo le molestaba, acostumbraba a vestir algo desordenada, su cabello revuelto como si se estuviera levantando de un descanso placentero, calzando siempre unos suecos, pues al parecer sus pies no resistían otra cosa, a menudo mencionaba que tenia suspirando y casi en la palma de su mano a un señor muy importante del área de educación, No se por qué, pero al escucharla quedaba un sentimiento  de desconfianza en  el espíritu , era más bien una sensación desagradable. Doña Alicia en cambio era de pelo rizado que le tapaba los hombros, un poco más estilizada, impulsiva, demasiado híper activa, conocedora de la vida de todos los habitantes de Teñón,  habitualmente vestía prendas de color rojo, ceñidas a la cintura. Solía decir que disfrutaba de la plaza , pues la alejaba de la comida, que si estuviera en su hogar le entraba depresión; comía más de la cuenta y perdía su figura, pero, claro es que desconoce que todo lo que entra en la boca, no es lo que daña el cuerpo, la comida  la alimenta y  nutre , luego se va a la letrina: pero lo que sale de su boca suele ser un gran veneno, pues no se sabe medir, se percibe en  cada palabra el sentir del corazón, la frialdad angustiosa con  que suele mentir, creando falsas historias sin importarle los daños. Una tarde cuando ambas se disponían a tomar posesión de su tribuna de comentarios, se encontraron con varios jóvenes que alegremente hacían piruetas y acrobacias maravillosas, ayudados de sus sorprendentes monociclos, demostrando aptitudes físicas excepcionales, lo cual atrajo las miradas y la admiración de quienes por ahí pasaban. La velocidad y la estabilidad presente, entusiasmaba a los niños , deseando en sus corazones poder imitar estas prácticas tan geniales. Fue así que muchos de ellos lo intentaron con la ayuda y supervisión de aquellos muchachos que tanta novedad  y entusiasmo habían provocado entre los habitantes de Teñón. Un pueblo apartado, donde cada ilusión parecía chocar en las rocas de las escarpadas cumbres que lo rodeaban. Como si aquella cruda  geografía no diera paso a los sueños de los jóvenes del lugar.   Benjamín  Blür, era un niño delgado de cabellos rubios y ojos color miel,  para él fue algo mágico ver a esos muchachos desplazarse tan armoniosamente sobre esas peculiares maquinitas, mientras iban y venían equilibrando sus cuerpos sin mayor inconveniente, se veían disfrutando de verdad. Su gran sueño era poder subir a uno de esos  artefactos y  traspasar las cumbres en una nube blanca guiada por esa rueda que giraba al ritmo de los pedales,  derrotando soledades, pobrezas , fracasos y todas esas historias y vivencias de sacrificio, que tantas veces escucho a la orilla del fogón ; o mientras Yolanda su madre se disponía a amasar las tortillas que tiraba al rescoldo, para servirlas más tarde en su mesa melancólica; anhelando ver a su retoño romper con esa pereza, y disponerse a cambiar el estilo de vida que hasta entonces a ambos había tocado.Los ojitos de Benjamín brillaban y su corazón se aceleraba en cada pirueta observada, Pues para él representaban la fuerza y el ahínco de quien un día de verano lo trajo a este mundo, quien debió sufrir la viudez, cuando él era muy pequeño; una tarde de invierno, mientras caía la lluvia sobre la nieve escarchada que cubría el lugar, Dante, su padre subía a  la cordillera en busca de tres ovejas, pero no pudo lograrlo, lo sorprendió un derrumbe, una avalancha de nieve que se desprendió fatalmente arrastrando al buen Dante.                                                                                                  Mientras  tanto el pueblo se había desbordado a ver a aquellos acróbatas maravillosos, que no dudaban en permitirles manipular sus monociclos, dejando a los más osados intentar aprender el método del equilibrio, logrando  en algunos  ilusionarse con la ansiada estabilidad, no sin antes rasmillarse los codos y las rodillas dejandoles algunas lesiones menores, lo que provocaba las risas burlonas y los comentarios de Rosa y Alicia.  – Las rodillas coloreando y pa” que decir los codos… _ ¿ hasta cuándo soportamos a todos estos futres?
 _ ¿Sabes Alicia?, ¡ esto me tiene enferma!, claro no tanto como a estos cabros que andan todos rasguñados._ ¿A dónde se ha visto tanta locura, estos son incorregibles o es que los cortaron verdes?…
 Antes de retirase los jóvenes visitantes aseguraron regresar; pues se sentían muy gratos con este recibimiento,  en este destino que solo había sido casual, nada habían planificado solo el ímpetu y su afán de recorrer su tierra disfrutando de los paisajes y de toda su energía, los había llevado a Teñón.
Al día siguiente motivados por los monociclos llegaron muchos niños a jugar a la plaza, en  espera de tan bello espectáculo que ofrecían los foráneos. Muchos de los niños llegaron en compañía de sus madres.   Doña Rosa y Doña Alicia no cabían en su disgusto…                               _ ¡Oiga medio bullicio! , ¿de dónde salió tanto cabro?.                                                                                                                                                                  _ No le digo doña Rosa que esto no traerá nada bueno.                                                              _ ¡Mire… Alicia querida; es la soltura que le dan los padre, ahora ya no hay respeto!...                                                                                                                                                          _ ¿ !Dónde vamos a llegar con tanta delincuencia, estos muchachos andan puro dando mal ejemplo¡     _ Estos vagos no tienen otra que refregarse el traste en el asiento de esa rueda embrujá…                                                                                                                                         _ ¡ Miiire Rosita si hasta El flacuchento del Benja anda ahí metío, no tiene ni pa comer pero le sobra el tiempo pa esto! ...   Esa tarde Benjamín había  tomado valor, se acerco a uno de ellos y le dijo… ¿ me permite subir un momento?. Quien al verlo tan delgado no pudo evitar preocuparse, mientras le cedió el monociclo le aconsejo muy en serio …armonízate, busca el equilibrio hacia los lados, pero nunca hacia adelante ni hacia atrás. Intenta hacer poca fuerza, si no quieres perder estabilidad.Fue entonces que Doña Alicia grito desde atrás …                   _ ¡ Vas a perder los dientes, que hasta ahora es lo único que te falta, bolsa e wesos,  ¡ aquí te quiero ver flacuchento¡.
 Benjamín No sabía que hacer, recordó entonces a su madre y a todos esos consejos que lo mantenían firme; nervioso miraba las bielas que seguro girarían velozmente, medio trémulo puso su pie en el pedal, sintió que le tiritaban las piernas pero no quería abandonar la idea ,y ante la cara burlona de las vecinas, se incorporó al sillín, mientras la rueda iba a adelante y hacia atrás sentía que se caía, de  pronto, se quedó un momento quieto, intentando equilibrarse. Cuando a lo lejos escucha un grito  de  su amiga Pamela...                                         ¡¡ Benjamín avanza, equilíbrate, aguanta un poco más!. Su corazón latió a mil por horas, entonces  manteniendo su postura, pedaleaba muy erguido, pues no deseaba caer  , mucho menos ahora, ante la admiración de Pamela y de todos sus amigos que felices gritaban y la incomodidad de las vecinas.                                                                                                                 Benjamín emocionado casi al borde de las lágrimas, con la mirada al frente, para evitar un desastre, sin agachar la cabeza, recorrió  en solo minutos su barrio tan amado , lugar que lo vio crecer, abrigándolo en su pobreza y que hoy por las ventanas lo alientan a pedalear con mas ganas, derribando todo  obstáculo llegando a comprender como lección de su vida que la falta de recursos no es una frontera , sino un desafío constante pues cada aprendizaje depende  de las habilidades que se atesoran en el corazón. Como un señor importante miraba desafiante a esas dos mujeres que tanto se habían burlado.    Su madre Yolanda mujer frágil y hacendosa, orgullosa miraba a su hijo como se desenvolvía , aplaudiendo lo alentaba, a ratos miraba el cielo, dando a entender a su Dante la alegría del retoño… como pidiendo aprobación… Era tanta la emoción que olvidaron las piedras que recubrían desniveles en las calles, rompiéndose con este ripio  la magia del contrapeso  que había logrado  Benjamín desestabilizándose y cayendo hacia unas ramas.
-Alicia mira el descalabro- seguro que Hay wesos rotos .   
_ sÏ po… porque no tiene carne pa guardar moretones                                                               - Rosita mira al porfiao , va a salir de nuevo encumbrao, va a sacarse cresta y media .  
_ Salió dura la mata de wesos…                                                                                                Benjamín, exclamaba ¡¡¡ es mi sueño, lo logreé, si yo pude todos vamos a poder!!                                                                                                                                                          Y con mucha audacia pedaleaba nuevamente el monociclo mientras su rostro se lavaba con lágrimas dichosas, no le importaba caer,lo intentaría muchas veces mas, en tanto los suyos lo vieran domando a ese particular potro, sólo sentía el aire mientras subía y bajaba ese relieve travieso, que no lo  dejaba avanzar con toda la agilidad que el deseaba.
De pronto vuelve su rostro encontrando entre sus amigos la mirada de Pamela, dos luceros  envolventes y una bella sonrisa, que aprobaba sus locuras, demostrándole a sus vecinas que nunca hay que desmerecer las capacidades de los demás sólo por su aspecto físico, que la fuerza y valor es un don interior.                                                               
Fue una tarde grandiosa  para todo el pueblo Teñón y sus amigos visitantes, descubriendo alegremente que no existen barreras para compartir ideales.  Solo Doña Rosa y Doña Alicia no habían disfrutado de tanta algarabía y de estas aventuras  que hasta entonces les eran inimaginables a la juventud del pueblo. Más hoy era posible gracias a la fuerza y la grandeza de los corazones de esos jóvenes foráneos que  se aventuraron a internarse por caminos nuevos que  los llevaron a Teñón,  compartiendo con aquellos más privados…adiestrando a los pequeños, motivándolos a transportarse en  los monociclos equilibrando sus deseos y su constancia para triunfar en la vida. Sembraron en  Benjamín y en todos los niños de Teñón  esperanzas y los prepararon para  persistir en cada desafío, estaban  muy felices.         Era para todos una tarde fabulosa. Yolanda se acerco muy atenta para agradecer la jornada, sostenía entre sus manos las tortillas mas sabrosas que nadie había probado, estaban aún humeantes, se percibía el aroma mientras le agregaban las rebanadas de queso que trajo otra vecina también muy emocionada.                                                                                                               Descansaron de las acrobacias, comentaron sus resultados y lo que juntos habían ganado profundizando en tantos temas comunes para ambos grupos.  
De pronto en la multitud aparecieron dos hombres, que nadie reconoció pues no eran de Teñón observaron desde lejos, luego fueron aproximándose poco a poco, cuando notaron que ya no eran vistos por la concurrencia, sin dudar atacaron a Doña Rosa y a Doña Alicia que estaban mas apartadas, hundidas en sus comentarios y en la siembra de cizaña; no advirtieron la presencia de estos desconocidos y mucho menos sus malas intenciones. En medio de forcejeos y gritos vieron como sus joyas y pertenencias se alejaban. Llorando ante la impotencia, el dolor de los tirones y ante la pérdida de sus pertenencias gritaban… !auxilio, auxilio, ayúdennos por favor ¡¡, al percatarse lo jóvenes mono ciclistas  presentes en el lugar a quienes Doña Rosa y Doña Alicia habían dicho tantas pesadeces…con gran valentía  y sin dudar un momento se subieron a sus monociclos persiguieron a los delincuentes haciendo uso de sus habilidades, deslizándose por las calles de Teñón , prácticamente sin ningún esfuerzo debido a su experiencia, en minutos recuperaron y dejaron en manos de sus dueñas todas sus pertenencias, mientras tanto los dos hombres corrían muy confundidos cerro arriba y con las manos vacías.                                                                                                                                     Atemorizadas aún y muy avergonzadas  Rosa y Alicia debieron reconocer lo valioso que es dar paso a los cambios de la vida, sobre todo cuando son tan sanos , positivos  y motivadores para un pueblo que hasta entonces dormía.                                                                                        Uniéndose a la concurrencia  las dos señoras, compartiendo cada tortilla,  todos disculparon la imprudencia de estas viejas vecinas, que se negaban a piruetear sanamente en la rueda de la vida, igual como avanza la tortilla entre las manos de estos jóvenes, la que fueron repartiendo, gozando de su sabor, descubriendo que entre cumbres y quebradas encontraron un hogar ,pintado  de nieve blanca que contrasta con el verdor inigualable que presentaba el pequeño valle de Teñón, que hasta este día florecía ,dándole una nueva cara de ideas innovadoras y en el sentir de su gente un gran giro espiritual, que estremeció a dos señoras, comprendiendo que andar en monociclo se requiere de estabilidad que tanto necesitamos, haciendo un paralelo con la esencia de la vida, pues a este mundo no hemos venido a juzgar, sino que ha saber disfrutar en concordia y respeto  de todo lo que el creador nos da, construyendo en cotidiano evitando destruir.
Fin          

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