Doña Rosa y Doña Alicia eran dos
amigas que acostumbraban a sentarse en la plaza de su pueblo cada tarde a tomar
el sol, que de entre las cumbres resplandecía
y a comentar la vida de toda víctima que a esa hora debía transitar por
allí, sus tejidos y chismorreos eran su rutina casi apacible, para ellas, mas
no era igual para los vecinos de Teñón, que solían avanzar en un mar de
incomodidad, más de alguno se detuvo y las invitó a observar la belleza de las cumbres, que permanecían nevadas, dando
origen a claros ríos que bañaban el lugar originando más vida, pero ellas no
cambiaban su manera particular de ocupar su tiempo. Otros las convidaban cuando
todos en Teñón se iban a cosechar, lo que sembraban cada mañana acompañados del
rocío, con el uso de arados que diseñaban de madera del roble . Rosa era de mediana estatura, rechoncha y de
mejillas rosadas, que se encendían como focos cuando algo le molestaba,
acostumbraba a vestir algo desordenada, su cabello revuelto como si se
estuviera levantando de un descanso placentero, calzando siempre unos suecos,
pues al parecer sus pies no resistían otra cosa, a menudo mencionaba que tenia
suspirando y casi en la palma de su mano a un señor muy importante del área de
educación, No se por qué, pero al escucharla quedaba un sentimiento de desconfianza en el espíritu , era más bien una sensación
desagradable. Doña Alicia en cambio era de pelo rizado que le tapaba los
hombros, un poco más estilizada, impulsiva, demasiado híper activa, conocedora
de la vida de todos los habitantes de Teñón, habitualmente vestía prendas de color rojo,
ceñidas a la cintura. Solía decir que disfrutaba de la plaza , pues la alejaba
de la comida, que si estuviera en su hogar le entraba depresión; comía más de
la cuenta y perdía su figura, pero, claro es que desconoce que todo lo que
entra en la boca, no es lo que daña el cuerpo, la comida la alimenta y nutre , luego se va a la letrina: pero lo que
sale de su boca suele ser un gran veneno, pues no se sabe medir, se percibe
en cada palabra el sentir del corazón,
la frialdad angustiosa con que suele
mentir, creando falsas historias sin importarle los daños. Una tarde cuando ambas se disponían a tomar posesión de su tribuna de
comentarios, se encontraron con varios jóvenes que alegremente hacían piruetas
y acrobacias maravillosas, ayudados de sus sorprendentes monociclos,
demostrando aptitudes físicas excepcionales, lo cual atrajo las miradas y la
admiración de quienes por ahí pasaban. La velocidad y la estabilidad presente,
entusiasmaba a los niños , deseando en sus corazones poder imitar estas
prácticas tan geniales. Fue así que muchos de ellos lo intentaron con la ayuda
y supervisión de aquellos muchachos que tanta novedad y entusiasmo habían provocado entre los
habitantes de Teñón. Un pueblo apartado, donde cada ilusión parecía chocar en
las rocas de las escarpadas cumbres que lo rodeaban. Como si aquella cruda geografía no diera paso a los sueños de los
jóvenes del lugar. Benjamín
Blür, era un niño delgado de cabellos
rubios y ojos color miel, para él fue
algo mágico ver a esos muchachos desplazarse tan armoniosamente sobre esas
peculiares maquinitas, mientras iban y venían equilibrando sus cuerpos sin
mayor inconveniente, se veían disfrutando de verdad. Su gran sueño era poder
subir a uno de esos artefactos y traspasar las cumbres en una nube blanca
guiada por esa rueda que giraba al ritmo de los pedales, derrotando soledades, pobrezas , fracasos y
todas esas historias y vivencias de sacrificio, que tantas veces escucho a la
orilla del fogón ; o mientras Yolanda su madre se disponía a amasar las
tortillas que tiraba al rescoldo, para servirlas más tarde en su mesa
melancólica; anhelando ver a su retoño romper con esa pereza, y disponerse a
cambiar el estilo de vida que hasta entonces a ambos había tocado.Los ojitos de Benjamín brillaban y su
corazón se aceleraba en cada pirueta observada, Pues para él representaban la
fuerza y el ahínco de quien un día de verano lo trajo a este mundo, quien debió
sufrir la viudez, cuando él era muy pequeño; una tarde de invierno, mientras
caía la lluvia sobre la nieve escarchada que cubría el lugar, Dante, su padre
subía a la cordillera en busca de tres
ovejas, pero no pudo lograrlo, lo sorprendió un derrumbe, una avalancha de
nieve que se desprendió fatalmente arrastrando al buen Dante.
Mientras tanto el pueblo se había desbordado a ver a
aquellos acróbatas maravillosos, que no dudaban en permitirles manipular sus
monociclos, dejando a los más osados intentar aprender el método del
equilibrio, logrando en algunos ilusionarse con la ansiada estabilidad, no
sin antes rasmillarse los codos y las rodillas dejandoles algunas lesiones
menores, lo que provocaba las risas burlonas y los comentarios de Rosa y
Alicia. – Las rodillas coloreando y pa” que decir los
codos…
_ ¿ hasta cuándo soportamos a todos estos futres?
_ ¿Sabes Alicia?, ¡ esto me tiene enferma!, claro no tanto como a estos cabros que andan todos rasguñados._ ¿A dónde se ha visto tanta locura, estos son incorregibles o es que los cortaron verdes?…
_ ¿Sabes Alicia?, ¡ esto me tiene enferma!, claro no tanto como a estos cabros que andan todos rasguñados._ ¿A dónde se ha visto tanta locura, estos son incorregibles o es que los cortaron verdes?…
Antes de retirase los jóvenes visitantes
aseguraron regresar; pues se sentían muy gratos con este recibimiento, en este destino que solo había sido casual,
nada habían planificado solo el ímpetu y su afán de recorrer su tierra
disfrutando de los paisajes y de toda su energía, los había llevado a Teñón.
Al día siguiente motivados por los
monociclos llegaron muchos niños a jugar a la plaza, en espera de tan bello espectáculo que ofrecían
los foráneos. Muchos de los niños llegaron en compañía de sus madres.
Doña Rosa y Doña Alicia no cabían en su disgusto… _ ¡Oiga medio bullicio!
, ¿de dónde salió tanto cabro?.
_ No le digo doña Rosa que esto no traerá nada bueno.
_ ¡Mire… Alicia querida; es
la soltura que le dan los padre, ahora ya no hay respeto!...
_ ¿ !Dónde vamos a llegar con tanta delincuencia, estos muchachos andan
puro dando mal ejemplo¡ _ Estos vagos no tienen otra que refregarse
el traste en el asiento de esa rueda embrujá…
_ ¡ Miiire Rosita si hasta El flacuchento del Benja anda ahí metío, no
tiene ni pa comer pero le sobra el tiempo pa esto! ... Esa tarde Benjamín había tomado valor, se acerco a uno de ellos y le
dijo… ¿ me permite
subir un momento?. Quien al verlo tan delgado no pudo evitar preocuparse,
mientras le cedió el monociclo le aconsejo muy en serio …armonízate, busca el
equilibrio hacia los lados, pero nunca hacia adelante ni hacia atrás. Intenta
hacer poca fuerza, si no quieres perder estabilidad.Fue entonces que Doña Alicia
grito desde atrás …
_ ¡ Vas a perder los dientes, que hasta ahora es lo único que te falta,
bolsa e wesos, ¡ aquí te quiero ver
flacuchento¡.
Benjamín No sabía que hacer, recordó entonces
a su madre y a todos esos consejos que lo mantenían firme; nervioso miraba las
bielas que seguro girarían velozmente, medio trémulo puso su pie en el pedal,
sintió que le tiritaban las piernas pero no quería abandonar la idea ,y ante la
cara burlona de las vecinas, se incorporó al sillín, mientras la rueda iba a
adelante y hacia atrás sentía que se caía, de
pronto, se quedó un momento quieto, intentando equilibrarse. Cuando a lo
lejos escucha un grito de su amiga Pamela... ¡¡ Benjamín avanza,
equilíbrate, aguanta un poco más!. Su corazón latió a mil por horas, entonces manteniendo su postura, pedaleaba muy erguido,
pues no deseaba caer , mucho menos ahora,
ante la admiración de Pamela y de todos sus amigos que felices gritaban y la
incomodidad de las vecinas. Benjamín emocionado casi al borde de las
lágrimas, con la mirada al frente, para evitar un desastre, sin agachar la
cabeza, recorrió en solo minutos su
barrio tan amado , lugar que lo vio crecer, abrigándolo en su pobreza y que hoy
por las ventanas lo alientan a pedalear con mas ganas, derribando todo obstáculo llegando a comprender como lección
de su vida que la falta de recursos no es una frontera , sino un desafío
constante pues cada aprendizaje depende
de las habilidades que se atesoran en el corazón. Como un señor
importante miraba desafiante a esas dos mujeres que tanto se habían
burlado. Su madre Yolanda mujer frágil y hacendosa,
orgullosa miraba a su hijo como se desenvolvía , aplaudiendo lo alentaba, a
ratos miraba el cielo, dando a entender a su Dante la alegría del retoño… como
pidiendo aprobación… Era tanta la emoción que olvidaron las piedras que
recubrían desniveles en las calles, rompiéndose con este ripio la magia del contrapeso que había logrado Benjamín desestabilizándose y cayendo hacia
unas ramas.
-Alicia mira el descalabro- seguro
que Hay wesos rotos .
_ sÏ po… porque no tiene carne pa
guardar moretones
- Rosita mira al porfiao , va a salir de nuevo encumbrao, va a sacarse
cresta y media .
_ Salió dura la mata de wesos…
Benjamín, exclamaba ¡¡¡ es mi
sueño, lo logreé, si yo pude todos vamos a poder!!
Y con mucha audacia pedaleaba nuevamente el
monociclo mientras su rostro se lavaba con lágrimas dichosas, no le importaba caer,lo
intentaría muchas veces mas, en tanto los suyos lo vieran domando a ese
particular potro, sólo sentía el aire mientras subía y bajaba ese relieve
travieso, que no lo dejaba avanzar con
toda la agilidad que el deseaba.
De pronto vuelve su rostro encontrando
entre sus amigos la mirada de Pamela, dos luceros envolventes y una bella sonrisa, que aprobaba
sus locuras, demostrándole a sus vecinas que nunca hay que desmerecer las
capacidades de los demás sólo por su aspecto físico, que la fuerza y valor es
un don interior.
Fue una tarde
grandiosa para todo el pueblo Teñón y
sus amigos visitantes, descubriendo alegremente que no existen barreras para
compartir ideales. Solo Doña Rosa y Doña Alicia no habían
disfrutado de tanta algarabía y de estas aventuras que hasta entonces les eran inimaginables a la
juventud del pueblo. Más hoy era posible gracias a la fuerza y la grandeza de
los corazones de esos jóvenes foráneos que se aventuraron a internarse por caminos nuevos
que los llevaron a Teñón, compartiendo con aquellos más privados…adiestrando
a los pequeños, motivándolos a transportarse en
los monociclos equilibrando sus deseos y su constancia para triunfar en
la vida. Sembraron en Benjamín y en
todos los niños de Teñón esperanzas y
los prepararon para persistir en cada
desafío, estaban muy felices. Era para
todos una tarde fabulosa. Yolanda se acerco muy atenta para agradecer la
jornada, sostenía entre sus manos las tortillas mas sabrosas que nadie había
probado, estaban aún humeantes, se percibía el aroma mientras le agregaban las
rebanadas de queso que trajo otra vecina también muy emocionada. Descansaron
de las acrobacias, comentaron sus resultados y lo que juntos habían ganado
profundizando en tantos temas comunes para ambos grupos.
De pronto en la
multitud aparecieron dos hombres, que nadie reconoció pues no eran de Teñón
observaron desde lejos, luego fueron aproximándose poco a poco, cuando notaron
que ya no eran vistos por la concurrencia, sin dudar atacaron a Doña Rosa y a
Doña Alicia que estaban mas apartadas, hundidas en sus comentarios y en la
siembra de cizaña; no advirtieron la presencia de estos desconocidos y mucho
menos sus malas intenciones. En medio de forcejeos y gritos vieron como sus
joyas y pertenencias se alejaban. Llorando ante la impotencia, el dolor de los
tirones y ante la pérdida de sus pertenencias gritaban… !auxilio, auxilio,
ayúdennos por favor ¡¡, al percatarse lo jóvenes mono ciclistas presentes en el lugar a quienes Doña Rosa y
Doña Alicia habían dicho tantas pesadeces…con gran valentía y sin dudar un momento se subieron a sus
monociclos persiguieron a los delincuentes haciendo uso de sus habilidades, deslizándose
por las calles de Teñón , prácticamente sin ningún esfuerzo debido a su
experiencia, en minutos recuperaron y dejaron en manos de sus dueñas todas sus
pertenencias, mientras tanto los dos hombres corrían muy confundidos cerro
arriba y con las manos vacías. Atemorizadas aún y muy avergonzadas Rosa y Alicia debieron reconocer lo valioso
que es dar paso a los cambios de la vida, sobre todo cuando son tan sanos ,
positivos y motivadores para un pueblo
que hasta entonces dormía. Uniéndose
a la concurrencia las dos señoras, compartiendo
cada tortilla, todos disculparon la
imprudencia de estas viejas vecinas, que se negaban a piruetear sanamente en la
rueda de la vida, igual como avanza la tortilla entre las manos de estos
jóvenes, la que fueron repartiendo, gozando de su sabor, descubriendo que entre
cumbres y quebradas encontraron un hogar ,pintado de nieve blanca que contrasta con el verdor inigualable
que presentaba el pequeño valle de Teñón, que hasta este día florecía ,dándole
una nueva cara de ideas innovadoras y en el sentir de su gente un gran giro
espiritual, que estremeció a dos señoras, comprendiendo que andar en monociclo
se requiere de estabilidad que tanto necesitamos, haciendo un paralelo con la
esencia de la vida, pues a este mundo no hemos venido a juzgar, sino que ha
saber disfrutar en concordia y respeto de
todo lo que el creador nos da, construyendo en cotidiano evitando destruir.
Fin
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