Jugando desarrollas la creatividad y optimizas destrezas y habilidades.

Jugar, constituye  la ocupación principal de los  niños. Los juegos son muy importantes para la salud de nuestros alumnos(as). Más aún, cuando se realizan al aire libre.

                            

Cuando los niños juegan, adquieren mayor desarrollo en diferentes áreas, a través del juego se estimula la creatividad, la psicomotricidad, cognitiva social y afectiva. Además el juego en los niños tiene propósitos educativos y contribuye a estudiar con motivación, incrementando sus capacidades, e insentivando al respeto, por los demás y por su entorno natural.

Jugando es posible que los niños entiendan como funcionan algunos aspectos de la realidad, aprenden a socializar y adquieren valores.                                                                   

       

Si lo llevamos a las distintas áreas y contenidos educativos, es decir, por medio del juego los pequeños experimentan, aprenden, reflejan y transforman activamente la realidad. El profesor o profesora puede entregar muchos contenidos en forma lúdica, esto permite a los niños(as) crecer y ampliar sus conocimientos aprendiendo mucho más, despertando su interés.  Los niños crecen a través el juego, estimulan sus aprendizajes, por eso no se debe limitar a los alumnos(as) en el aula durante una actividad  lúdica- educativa. A menudo sucede que aquel niño que manifiesta no sentir agrado por alguna asignatura, se siente más atraído e incorporado, utilizando alguna herramienta didáctica, juegos, cartas, que puedan traer de su hogar con fines educativos. De ahí la importancia del apoyo y participación directa de los padres en los aprendizajes y   educación de sus hijos. Estimularlos a realizar actividades recreativas en familia al aire libre.                                                           

 La responsabilidad no es solo del profesor de aula ni de una Unidad Educativa.  
                                                                                                                                                                                                    Se puede aprender y enseñar con agrado, con gusto, creando un vínculo de sabiduría y afecto entre el que enseña y el que aprende. Esto es muy bueno y necesario. Pero debe quedar en claro que el juego posee reglas, que son  una herramienta por la cual se está intentando llegar a una meta, para lograr objetivos planteados con anterioridad , es decir, quien enseña debe tener claro lo que desea que sus alumnos(as) aprendan y apliquen.. A medida que uno se va volviendo adulto, el juego se pierde.

 
 La educación es tarea de todos. No permitamos  que la tecnología nos quite libertad y la capacidad de jugar, de divertirnos y aprender socializando en actividades al aire libre.