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miércoles, 24 de julio de 2013

9 De Agosto. Día Internacional de las Poblaciones Indígenas

En la Resolución 49/214 del 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General decidió establecer el "Día Internacional de las Poblaciones Indígenas", a celebrarse el 9 de agosto cada año durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo.
Esa fecha recuerda el día en que se celebró la primera reunión del Grupo de Trabajo sobre las Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos. El objetivo del Decenio Internacional es fortalecer la cooperación para la solución de los problemas que enfrentan las poblaciones indígenas en áreas tales como derechos humanos, medio ambiente, desarrollo, educación y salud. El Ente Coordinador de la Década es la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
 En abril de 2000, la Comisión de Derechos Humanos adoptó la resolución que establece el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, que fue apoyada por el Consejo Económico y Social el 28 de julio de 2000 (Resolución 2000/22). El mandato del Foro Permanente es examinar las cuestiones relativas al desarrollo económico y social, la cultura, el medio ambiente, la educación, la salud y los derechos humanos.


El Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo fue establecido por la Asamblea General, el 23 de diciembre de 1994, en su resolución A/RES/49/214 en la que decide que se celebre el 9 de agosto de cada año durante el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo (1995 – 2004).
En 2004, la Asamblea proclamó un Segundo Decenio Internacional, del 2005 al 2015, con el tema «Un decenio para la acción y la dignidad».

En el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas del mundo, nos sentimos más orgullosos de nuestros Pueblos Originarios en Chile. 


Aymaras: Este pueblo se dedica a la agricultura y la ganadería, y se ubica en la región que va desde el lago Titicaca, pasando por los faldeos cordilleranos, hasta el noreste argentino. En Chile se le puede ver en la Región de Tarapacá y, en menor proporción, en la Región de Atacama. Los aymara que habitan el Altiplano crían ovejas, llamas, ganado y alpacas, pero tienen pocos cultivos. Por su parte, quienes viven en la pre cordillera han podido desarrollar la agricultura mediante el antiguo sistema de terrazas, cultivando papas, cebada y quínoa. Es por eso que los pastores y agricultores intercambian sus productos entre sí.

Los kollas: Vivieron en el norte de Chile, ocupando aguadas y quebradas de la cordillera de la provincia de Chañaral (Región de Atacama), entre las ciudades de Potrerillos, El Salvador, Diego de Almagro y Copiapó. Se cree que ingresaron a nuestro país, primero durante los últimos años del imperio de Tiwanaku, en el siglo X, y más tarde durante la Guerra del Pacífico, desde el norte de Argentina. 

Rapa Nui es el nombre originario de la Isla de Pascua, lugar mundialmente conocido por los colosales moais, gigantes de piedra volcánica construidos por los ancestros de este pueblo. Estas misteriosas esculturas miden en promedio 4 metros de altura, a excepción del moai Paro, que alcanza los 10 m. Se dejaron de construir debido a crisis internas originadas por disputas de poder y escasez de alimentos en la isla.
Esta isla triangular tiene volcanes situados en sus tres puntas, el Rano Kau, el Maunga Terevaka y el Poike.

Según la tradición local, el primer colonizador de Rapa Nui fue el antiguo rey Hotu Matu'a, quien llegó con un grupo de personas desde islas polinésicas cercanas. Él sería el responsable de fijar la organización social y las normas legales que rigen su sociedad. Su idioma es llamado Vananga Rapa Nui, y su escritura ceremonial, Rongo Rongo, ambos relacionados con la cultura polinésica.
A pesar de las variaciones que sufrieron las ceremonias y creencias ancestrales de este pueblo, los conceptos de Mana y Tapu han persistido hasta nuestros días.



Los mapuches o “gente de la tierra” Fueron quienes opusieron una mayor resistencia a la dominación europea en América. Contribuyó a esto la ausencia de una autoridad central, ya que los jefes o lonkos estaban dispersos en el territorio. Asimismo, aunque las comunidades eran autónomas entre sí, respondían como nación a la defensa de su territorio. Sus luchas contra los españoles fueron inmortalizadas en “La Araucana”, el famoso libro de Alonso de Ercilla. Actualmente constituyen uno de los pueblos originarios más numerosos, con una población cercana al medio millón de individuos.
De acuerdo a la cosmovisión mapuche, existe un equilibrio entre Ngenechen, dios de la vida, la bondad y la creación, y Wekufu, dios de la muerte y la destrucción, al que atribuyen la llegada de los españoles. En sus ceremonias incluyen instrumentos musicales como la trutruca y el kultrún. Su idioma es el mapudungún.Los Atacameños:Vivían en los oasis, valles y quebradas de la provincia del Loa, en el norte de Chile (II Región). Sus principales centros ceremoniales son Caspana, Peine, Socaire, San Pedro de Atacama y Toconao. Ellos provienen de antiguos cazadores y recolectores que se adaptaron a la zona gracias a las favorables condiciones que ofrecía la cuenca del río Loa. Esta cultura alcanzó un gran desarrollo en el siglo XV, antes de la llegada de los incas. Ancestralmente se destacaron en la metalurgia, alfarería, textilería y técnicas de cultivo de la tierra en terrazas. Este pueblo, al igual que aymaras y kollas, forjó su identidad después de la desintegración de Tiwanaku, cuando los pueblos altiplánicos se dividieron en varios reinos.

Los kawésqar o alakalufes: Eran cazadores nómades que se alimentaban de lobos marinos, nutrias, focas y ballenas, en los fiordos y canales del extremo sur de nuestro continente. Sus canoas eran muy importantes para ellos, que recorrían el archipiélago sur de Tierra del Fuego en busca de su sustento. Eran de baja estatura y muy fuertes de la mitad para arriba, aunque un poco más débiles de la mitad para abajo, ya que para remar, cazar, o bucear, necesitaban mayor fuerza en los brazos y el tronco que en las piernas. Esto los diferencia de los altos cazadores terrestres de la Patagonia: los aonikenk (tewelches) y de los selk'nam (onas), que podían medir hasta dos metros de altura. Sus casas eran toldos desmontables cubiertos con cuero de lobo marino.

Los yaganes: Vivían en el extremo sur de América, igual que los kawéskar, en el Estrecho de Magallanes. Para cazar usaban un arpón de casi tres metros de largo al que adosaban una punta de hueso de pescado dentada, por uno o ambos lados. Sus flechas tenían punta de piedra, aunque sustituyeron dicho material con el vidrio en el siglo XVIII. Eran nómades y vivían de la caza y la pesca. Usaban brazaletes hechos con cuentas de huesos de aves y conchas; los varones lo usaban sólo en los tobillos, y las mujeres también en las muñecas. Las mujeres yaganes eran diestras artesanas y fabricaban cestos, bolsas de cuero y vejigas, utilizadas como recipientes, además de lazos hechos de barba de ballena.


 Los Diaguitas:Casi nada queda hoy día de las tradiciones y la cultura diaguita, ya que fue rápidamente absorbida por la sociedad criolla hispana. Sun integrantes eran agricultores y diestros alfareros, y vivieron entre los siglos VIII y XV d.C. También se dedicaban a la ganadería y al comercio con los pueblos vecinos. Cultivaban el maíz, la teca, los porotos y la calabaza. Domesticaron la llama y el guanaco, animales que les fueron muy útiles en el transporte y la carga para comerciar. Probablemente llegaron desde el otro lado de la cordillera para establecerse en los hermosos valles del Norte Chico en Copiapó, Huasco, Elqui, Limarí y Choapa. Su arte cerámico es muy conocido, destacándose por una bonita decoración de líneas rectas, en zigzag y con triángulos adosados a una línea. Generalmente escogían el blanco, rojo y negro para decorar sus cerámicas.


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