- ¡Hola! ¿Me dais un poco de esa rica miel?
- ¡Nooo!, es nuestra, que la llevamos trabajando todo el año.
El oso, enfadado, cogió un palo y empezó a darle golpes hasta que el enjambre cayó. Las abejas, rabiosas, salieron y empezaron a picotearle. El oso se puso a correr en busca de un río y al llegar se salvo sumergiéndose en el agua.
...Es más sabio superar una ofensa o lesión en silencio que provocar mil
perdiendo la paciencia.
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